¿Nunca has deseado no sentir dolor? Pues bien, debes considerarte afortunado por poder sentirlo. El dolor te protege y te avisa de cosas peores.; Por ejemplo: te duelen los oídos porque las células nerviosas del oído envían un mensaje doloroso a tu cerebro. El cerebro se entera así de que al oído le ocurre algo malo. Y te avisa de que lo mejor es solucionar el problema, por ejemplo, yendo al médico. Si no sintieras ningún dolor en el oído, no sabrías que lo tienes enfermo. El mal empeoraría y acabarías por quedarte sordo.
Un órgano se vuelve insensible al dolor cuando pierde o no tiene buena comunicación con el cerebro.
Un corazón se vuelve insensible cuando no tiene una buena comunicación con Jesucristo, ya no le importa el dolor ajeno. Y lo que es peor puede estar enfermo espiritualmente y no se da cuenta, los síntomas son desanimo, falta de lectura de la palabra, falta de oración, poco se congrega.
Como te puedes dar cuenta el sentir dolor es señal de una enfermedad, y el no sentir dolor es una enfermedad.
Dios para castigar a su pueblo utilizo a babilonia, Dios se enojo con babilonia porque endureció su corazón contra Israel, se volvió insensible. 17-18 “Rebaño descarriado es Israel; leones lo dispersaron; el rey de Asiria lo devoró primero, Nabucodonosor rey de Babilonia lo deshuesó después. 50:18 Por tanto, así ha dicho Jehová de los ejércitos, Dios de Israel: Yo castigo al rey de Babilonia y a su tierra, como castigué al rey de Asiria.”
Babilonia cayó en su propia trampa. Dios le estaba probando su corazón, pero se aprovecho de la autorización que le dio Dios y abuso de su poder. V 24 “Te puse lazos, y fuiste tomada, oh Babilonia, y tú no lo supiste; fuiste hallada, y aun presa, porque provocaste a Jehová.”
La insensibilidad en nuestro corazón nos puede llevar a la soberbia, y la soberbia nos puede llevar a la destrucción. V 29 “Haced juntar contra Babilonia flecheros, a todos los que entesan arco; acampad contra ella alrededor; no escape de ella ninguno; pagadle según su obra; conforme a todo lo que ella hizo, haced con ella; porque contra Jehová se ensoberbeció, contra el Santo de Israel.”
El soberbio cae solo y se queda solo. V 32 “Y el soberbio tropezará y caerá, y no tendrá quien lo levante; y encenderé fuego en sus ciudades, y quemaré todos sus alrededores.”
El corazón insensible nos aleja de Dios y nos expone a caer. Proverbios 28: 14 “Bienaventurado el hombre que siempre teme a Dios; Mas el que endurece su corazón caerá en el mal.”
Tener un corazón sensible nos permite escuchar a Dios y sobre todo hace que Dios se fije en nosotros. Salmo 51: 17 “Los sacrificios de Dios son el espíritu quebrantado;
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
Al corazón contrito y humillado no despreciarás tú, oh Dios.”
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