Un hombre vivía con su padre anciano, un multimillonario que le dejaría toda su fortuna a su hijo cuando muriera. Este joven se aburría de sólo esperar que se muriera su padre, así que decidió buscarse una mujer. En un bar se encontró a una rubia atractiva y simpática. Le dijo: "Ahora no tengo mucho dinero, pero tan pronto el viejo estire la pata, ¡seré multimillonario!"
La mujer quedó convencida, y lo acompañó a casa. Cuatro días después, se convirtió en su madrastra. ¡Pobre hombre! Se le fue el tiro por la culata. En lugar de estar casado y rico, se quedó soltero y pobre. ¡No más herencia!
Muchas veces, los hijos suelen pensar que la mejor herencia que sus padres les podrían dejar es una fuerte suma de dinero, unas buenas propiedades o una cartera de inversiones con rentas elevadas. Sin embargo, las estadísticas nos dicen que la mayoría de las fortunas heredadas se pierden.
En otras palabras, la nueva generación que no trabajó para ganar el dinero tampoco sabe cuidarlo. De ahí que cobra valides el dicho que dice: padres trabajadores, hijos ricos, nietos pobres. En realidad mejor que dejarles una fuerte suma de dinero a tus hijos es enseñarles valores que les permita vivir bien, y poder convivir con los demás. Y sobre todo debemos inducirlos por los caminos de Jehová Dios.
Los padres somos los culpables de cómo vivirán nuestros hijos mas adelante.
Judá estaba pasando por momentos muy difíciles. V 5-6 “Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades. 16:6 Morirán en esta tierra grandes y pequeños; no se enterrarán, ni los plañirán, ni se rasgarán ni se raerán los cabellos por ellos;”
Y ellos no entendían por qué. V 10 “Y acontecerá que cuando anuncies a este pueblo todas estas cosas, te dirán ellos: ¿Por qué anuncia Jehová contra nosotros todo este mal tan grande? ¿Qué maldad es la nuestra, o qué pecado es el nuestro, que hemos cometido contra Jehová nuestro Dios? ”
Pero lo que ellos estaban viviendo era la herencia que sus padres les habían dejado. V 11 “Entonces les dirás: Porque vuestros padres me dejaron, dice Jehová, y anduvieron en pos de dioses ajenos, y los sirvieron, y ante ellos se postraron, y me dejaron a mí y no guardaron mi ley;”
Los padres muchas veces somos malos maestros y nuestros hijos muy buenos estudiantes, aprenden rápido y hacen el doble de lo que nosotros les enseñamos, sea lo bueno o lo malo. V 12 “y vosotros habéis hecho peor que vuestros padres; porque he aquí que vosotros camináis cada uno tras la imaginación de su malvado corazón, no oyéndome a mí.”
El centro sobre lo cual gira el mundo es la enseñanza, y esta es la herencia más grande que los padres podemos dejarle a nuestros hijos. Y esto es mucho más que tan solo darles para una buena universidad, es enseñarles a vivir en los caminos de Cristo con responsabilidad y respeto. Los seres humanos tenemos la capacidad de aprender de todo lo que está a nuestro alrededor, sea bueno o malo. Por eso la palabra para jeremías era concisa. Ne mezclarse con los que podrían contaminarlo. V 1-5 “Vino a mí palabra de Jehová, diciendo: 16:2 No tomarás para ti mujer, ni tendrás hijos ni hijas en este lugar.
16:3 Porque así ha dicho Jehová acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en este lugar, de sus madres que los den a luz y de los padres que los engendren en esta tierra:
16:4 De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 16:5 Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades.”
16:3 Porque así ha dicho Jehová acerca de los hijos y de las hijas que nazcan en este lugar, de sus madres que los den a luz y de los padres que los engendren en esta tierra:
16:4 De dolorosas enfermedades morirán; no serán plañidos ni enterrados; serán como estiércol sobre la faz de la tierra; con espada y con hambre serán consumidos, y sus cuerpos servirán de comida a las aves del cielo y a las bestias de la tierra. 16:5 Porque así ha dicho Jehová: No entres en casa de luto, ni vayas a lamentar, ni los consueles; porque yo he quitado mi paz de este pueblo, dice Jehová, mi misericordia y mis piedades.”
Si los padres contaminamos a nuestros hijos con malas enseñanzas, ellos también contaminaran a los suyos. V 18 “Pero primero pagaré al doble su iniquidad y su pecado; porque contaminaron mi tierra con los cadáveres de sus ídolos, y de sus abominaciones llenaron mi heredad.”
La única forma de enderezar lo torcido es a través de la enseñanza, nunca es tarde, la corrección duele, pero así nos duela dejemos que Dios nos enseñe a nosotros, si nosotros somos instruidos, podremos instruir a nuestra nuevas generaciones. V 21 “Por tanto, he aquí les enseñaré esta vez, les haré conocer mi mano y mi poder, y sabrán que mi nombre es Jehová.”
El pueblo de Dios se perdió por falta de conocimiento. Por falta de personas que lo instruyan en la verdad. Oseas 4: 6 “Mi pueblo fue destruido, porque le faltó conocimiento. Por cuanto desechaste el conocimiento, yo te echaré del sacerdocio; y porque olvidaste la ley de tu Dios, también yo me olvidaré de tus hijos.”
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